Una humilde mujer que se dedica al parchado y cambio de llantas pidió el apoyo de la Central única de Rondas Urbanas y Campesinas, pues un sujeto le había arrebatado su herramienta de trabajo, una gata hidráulica, valorizada en por lo menos unos S/.500.00.
El sujeto confesó que se dedicaba al hurto de autopartes pero lo hacía por necesidad, sin embargo se comprometió de acá en adelante a no volver a cometer este tipo de actos y se mostró dispuesto a reparar el daño que causó.
Por su parte el dirigente ronderil, Fernando Chuquilín, advirtió que cuando capturen a los delincuentes ya no volverán a llevarlos ante la policía, porque de allí salen como si nada hubiese pasado y nuevamente empiezan a robar, “por eso choro que cogemos, choro que castigamos”.